Page 37 - Revista Digital ASORA #179
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AV: Sí, hubo cambios bastante im- LA CONSTRUCCIÓN CON MADERA EN LA COSTA ATLÁNTICA
portantes, sobre todo en cómo cla-
sificar los nudos. Ahora es más claro ASORA Revista- ¿Hay una suerte de boom de tivas constructivas. Y los créditos: hay mu-
y fácil de identificar los defectos. En la construcción con madera? cha gente que me ha comentado que ciertos
la norma anterior, los gráficos y las Ailin Vilardo: No queremos decir que es casi bancos no te permiten este tipo de construc-
mediciones de nudos eran confusos, una moda. Pero es una tendencia. También es ciones porque no te las toman como cons-
por ejemplo. También cambió el ran- importante que se apoye desde la política de trucción tradicional. Entonces, la gente se ve
go de grados de humedad aceptados, vivienda del Estado todo lo que son norma- limitada. Pero vamos encaminados.
que ahora es un poco más permisivo,
presumiblemente basado en ensayos
y estudios. Además, el rótulo del pro- brar los instrumentos, quizás comprar importantes. Eso implica un proceso
ducto ahora requiere más informa- algún medidor de humedad diferente de adaptación, sobre todo para todos
ción, como el número de pedido y el o algo que nosotros ya teníamos en los operarios, ya que, en cada punto
número de lote, que la norma anterior una versión actualizada. productivo de esta cadena, cada uno
no exigía. AV: Y, sobre todo, esto de implemen- tenía que hacer una parte para poder
4Y en cuanto al proceso práctico, tar planillas y registros, que son muy realizar estos registros, que son jus-
¿cómo lo implementaron?
Javier Chimiski: Fue bastante com-
plejo. Todo comenzó con reuniones
entre el jefe de aserradero y la fábrica
en Misiones. Un gran desafío fue coor-
dinar, ya que tenemos la fábrica en
Misiones y la clasificación se hace en
Mar del Plata. Tuvimos muchas prue-
bas y errores, especialmente por el
tema de la trazabilidad, que es vital.
Cuando IRAM nos audita, se fijan mu-
cho en que podamos garantizar ese
sistema de gestión de calidad. Costó
mucho, sobre todo porque la gente
en el aserradero de Misiones no es-
taba acostumbrada a hacer planillas y
otras cuestiones administrativas.
AV: Tenemos una especie de manual
de uso, que es nuestra documentación
con todos los procedimientos, des-
de cómo controlar la documentación
actualizada hasta los planes de cali-
bración de instrumentos. Teníamos
que contar con muchos instrumen-
tos –medidores de humedad, cintas
métricas, especímetros– y todo debía
estar calibrado y avalado por un labo-
ratorio certificado. Fue un ida y vuelta
constante probando qué instrumentos
eran mejores y qué decía la norma.
También fue clave capacitar continua-
mente a todo el personal involucrado,
tanto en la fábrica de Misiones, como
a los operarios en Mar del Plata que
realizan la clasificación. Adecuamos
los espacios con cartelería y delimita-
ciones para el producto conforme y no
conforme. Es un conjunto de detalles
que tuvimos que engranar para cerrar
este sistema de gestión y cumplir con
los procedimientos tal como están.
4¿Tuvieron que incorporar equipa-
miento para poder certificar?
JC: En realidad, se trató más de cali-
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