ASORA estuvo presente como parte de CONFIAR, que llevó a funcionarios nacionales sus propuestas, pedidos y proyectos para desarrollar el potencial de la industria de la madera nacional, tanto en construcción como en muebles. Entre los temas más destacados figuran una infraestructura logística actualizada, el desarrollo de la biomasa forestal como energía, la urgente necesidad de implementar nomenclaturas y reglamentos técnicos que unifiquen criterios; y potenciar el comercio exterior, certificaciones e innovación tecnológica.
El encuentro se dio en el contexto de la Mesa Nacional Foresto-Industrial, el espacio de diálogo creado a principios de este año del que participan representantes del sector público y privado. Durante el mismo, miembros del Consejo Foresto Industrial (CONFIAR) se reunieron con funcionarios nacionales para presentarles sus propuestas, demandas, proyectos e iniciativas que colaboren para el desarrollo de la industria maderera argentina.
Participaron de la reunión el Dr. Sergio Iraeta, subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal en la Secretaría de Bioeconomía, Manuel Chiappe, jefe de asesores de la Subsecretaría y Sandra Panes, directora nacional de Competitividad de la Subsecretaría de Gestión Productiva, entre otras autoridades. Por la parte privada estuvieron presentes Mercedes Omeñuka, Román Queiroz y Fernando Couto de la Federación Argentina de la Industria Madera y Afines (FAIMA), Osvaldo Kovalchuck y Nicolás De Gennaro de la Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria Maderera (ASORA) y otros participantes de entidades vinculadas a la foresto industria nacional, así como de universidades y facultades.
El plan apunta a fomentar la innovación y promover buenas prácticas ambientales y sociales, así como facilitar el intercambio de conocimientos y recursos. A través de esta mesa de trabajo, se pretende fortalecer la competitividad del sector, generar empleo y valor agregado, y contribuir al crecimiento económico de la región, manteniendo un equilibrio adecuado entre la explotación de recursos forestales y la preservación del medio ambiente.
“El sector maderero argentino tiene una larga tradición de calidad y sostenibilidad. Nuestra industria no solo es capaz de satisfacer la demanda interna, sino que también tiene el potencial de expandirse significativamente en mercados internacionales. El desarrollo que planteamos podría impulsarnos a desarrollar aún más nuestras capacidades productivas, mejorar la tecnología y optimizar los procesos de manufactura, lo que beneficiaría a toda la cadena de valor de la madera en Argentina”, afirmó Mercedes Omeñuka, presidenta de FAIMA.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria de la Madera – ASORA, Osvaldo Kovalchuk, marcó en su intervención la brecha tecnológica que existe entre las grandes empresas y aquellas que no acceden a la tecnología. “Es muy importante contar con herramientas de financiamiento para que las pymes puedan ser competitivas, porque está demostrado que cuando pueden acceder a líneas de crédito con condiciones razonables, las pymes invierten”, enfatizó Kovalchuk.
El presidente de ASORA también señaló la importancia de “generar conciencia en la utilización de lo que hoy son residuos de las industrias de la madera y que, en realidad, son una fuente de biocombustible que se pueden usar en diferentes modelos industriales”. Recordó que “a Europa le costó 30 años tomar conciencia de este tema” y que sería “inteligente aprovechar y aprender de esa experiencia para darnos como país una política que nos permita aprovechar la totalidad del recurso madera”.
Finalmente, Kovalchuk manifestó la necesidad de desalentar la importación de maquinaria usada “que se contradice con la idea de tecnificar a la cadena forestoindustrial para que gane en competitividad y pueda insertarse en los mercados internacionales. Esto no se logra trayendo máquinas usadas. Se logra con automatización, industria 4.0, internet de las cosas, inteligencia artificial y personal capacitado”, concluyó el presidente de ASORA.
Los pedidos punto por punto
La agenda que CONFIAR llevó a la reunión tuvo el respaldo de un documento de trabajo entregado a los funcionarios presentes. En el mismo se exponen nueve puntos que constituyen los ejes estratégicos para el desarrollo de la cadena de valor de la madera.
– Actualización de la infraestructura logística
Se trata de poder ampliar la capacidad ferroviaria actual, con sistemas eficientes y de alta capacidad que ayuden a reducir costos y tiempos de transporte. También el necesario desarrollo de infraestructura portuaria, para mejorar y ampliar las instalaciones de modo que faciliten la exportación de productos forestales, asegurando que los puertos tengan la capacidad de manejar grandes volúmenes de carga y ofrecer servicios eficientes de carga y descarga.
– Materia energética para los polos foresto-industriales
Urgentes mejoras de las líneas de transporte del tendido eléctrico. Además, se busca promover la inversión en fuentes de energía renovables como biomasa, energía solar y eólica.
– Reglamentación
Es fundamental realizar una evaluación integral de los reglamentos técnicos actuales aplicables a la industria maderera para poder identificar qué áreas requieren actualizaciones. Esto permitirá alinearse con las mejores prácticas internacionales y las necesidades actuales del sector. Asimismo, se necesita crear nuevos reglamentos técnicos que aborden aspectos emergentes de la industria maderera, como la sostenibilidad, la eficiencia energética y la innovación tecnológica. También se debe asegurar que los nuevos reglamentos promuevan la competitividad y el crecimiento del sector y adaptar e incorporar normas internacionales reconocidas para garantizar que los productos madereros cumplan con los estándares globales de calidad y seguridad.
– Comercio exterior
Uno de los puntos más importantes de la agenda sectorial, que incluye varios aspectos a tener en cuenta para un mejor proceso comercial. Por ejemplo, la simplificación de los trámites aduaneros, con el fin de agilizar y simplificar los trámites relacionados con la exportación de productos foresto-industriales y, además, desarrollar una plataforma digital centralizada para la gestión de documentos y permisos de exportación. Se busca, igualmente, la facilitación de acuerdos comerciales internacionales para promover la negociación de acuerdos que beneficien al sector foresto-industrial, reduciendo aranceles y barreras no arancelarias. La promoción internacional del sector debe contemplar campañas que resalten la calidad y sostenibilidad de los productos madereros argentinos. En esta línea, es preciso participar en ferias y exposiciones internacionales para aumentar la visibilidad y las oportunidades de negocio para las empresas del sector.
– Apoyo en la certificación y cumplimiento normativo
Fomentar la asistencia técnica y financiera a las empresas para obtener certificaciones internacionales de calidad y sostenibilidad. Establecer centros de asesoramiento que ayuden a las empresas a cumplir con las regulaciones y estándares internacionales y otras cuestiones como la mejora de infraestructura logística para exportación, el acceso a información de mercados internacionales y el fomento de innovación y valor agregado. Protección contra prácticas comerciales desleales, apoyo a las PYMES en la internacionalización y el fortalecimiento de las oficinas comerciales en el exterior.
– Certificación de madera estructural
Uno de los puntos clave para que despegue el comercio interno de madera en la construcción. Tomar como referencia los modelos y estándares de los países del primer mundo. Se necesita imperativamente la creación de normativas y estándares nacionales específicos para la certificación de madera estructural con el fin de asegurar que estas normativas cumplan con los requisitos de seguridad y calidad, así como con los estándares internacionales reconocidos. Desarrollar e implementar un sistema público-privado de certificación nacional para madera estructural que sea accesible y confiable y que incluya procedimientos claros para la evaluación, inspección y certificación de madera utilizada en estructuras. Paralelamente, promover e intensificar programas de formación continua, capacitación y desarrollo de mano de obra.