sábado 26 de abril de 2025

La madera interpreta a la naturaleza en una casa de la costa Atlántica

- Publicidad -

La Casa Carlos es un proyecto encargado al Estudio AP22 / Arqs. Fernando Abelleyro y Ariel Pradelli, que pone de manifiesto a la madera como el material que mejor interpreta las demandas que recibe la arquitectura de parte de la naturaleza.

La construcción plasma un pedido de realizar una casa de playa donde se pudieran juntar, en los veranos, una pareja con sus tres hijos adolescentes o compartirla con amigos.

La casa se ubica en el balneario bonaerense de Reta, un pueblo a 80 kilómetros de la ciudad de Tres Arroyos, con un mar separado del pueblo por médanos que se fijaron a través de tamariscos (tamales gallica) y cortaderas o hierbas pampeanas y uñas de gato (carpobrotus edulis), y sectores de médanos sin fijar que se corren día a día desde el oeste al este por acción de los vientos, que ?de acuerdo con investigaciones del CONICET? no estabilizan su crecimiento en altura. Los médanos interrumpen la llanura pampeana, no dejándola llegar al mar. Según sus vecinos es lo que los protege de las grandes mareas.

- Publicidad -

Uno de los profesionales a cargo del proyecto, el Arq. Fernando Abelleyro explicó a ASORA Revista como tuvieron que tomar en cuenta para el diseño la fuerte impronta de la naturaleza de lugar: “Muchas veces, las tormentas que vienen cruzadas desde el mar en épocas invernales y otoñales traen consigo tormentas de arena desde el SO, provocando la necesidad de proteger la casa de esta orientación. Todas estas condicionantes nos llevaron a proyectar una casa en la parte baja y protegida del terreno, con un partido lineal que expande a una gran galería, fundamental para una casa de veraneo”.

De esta forma, decidieron ubicar un gran espacio que contiene el estar, el comedor y la cocina en dirección a lo que consideraron eran las mejores vistas al médano.

 

Del proyecto al terreno

- Publicidad -

Para el equipo de profesionales del estudio quedaba claro “que la arquitectura tiene que ver con temas técnicos de orientación del sitio, las proporciones, la sustentabilidad y algunas otras yerbas, pero también existen otros datos a tener en cuenta, como son las vivencias anteriores de los habitantes, el recuerdo de los espacios en los momentos más felices, inclusive de la niñez”, precisa Abelleyro.

Así, antes de comenzar a desarrollar la idea sostuvieron un encuentro con uno de los integrantes de la familia que les transmitió el dato de las vivencias felices que tenían como protagonista su infancia en el barrio porteño de Mataderos: “Una casa lineal con expansión a una galería que daba al NE, llena de glicinas, donde pasaban los días de primavera y verano juntos en familia; un lugar que usaban para comer, dormir la siesta en unas reposeras de madera o jugar con agua en los veranos, rodeados de plantas y pinceladas de luz que la misma tamizaba”, recuerda Abelleyro.

A partir de esas vivencias transmitidas, desde el estudio decidieron, por un tema de sustentabilidad y tiempo de ejecución, que la Casa Carlos debía ser construida en su totalidad con madera de reforestación.

Junto a esa definición, tuvieron en cuenta que, por su lejana ubicación con respecto al estudio, tendría que realizarse en poco tiempo: cinco meses en total, como máximo, y con un equipo pequeño de ejecución que debía conocer el lugar, “ya que en ese momento, en el pueblo, no había un arquitecto para confiarle la dirección de obra, pero sí una cuadrilla de buenos carpinteros misioneros”, destaca Abelleyro.

- Publicidad -

Desde un principio tomaron la decisión de elevar la casa para dejar paso al suelo arena, sin perjudicar la naturaleza. También que los muros de madera estuvieran compuestos, desde adentro hacia afuera, por:

– Machimbre de eucalipto de 1”, dando prioridad a la cara más rústica para su vista.

– Una estructura de 1” x 5”, donde se aloja la aislación térmica de 50 mm.

– Placas de fenólico de 18 mm, forrando la estructura en su cara exterior.

– Una aislación hidrófuga sujeta al fenólico por clavadoras; para terminar, sobre las mismas, con otro machimbre de 1” x 4”, con la cara al interior pintada con brea fría y la cara más rustica hacia el exterior en forma de entablonado vertical, posición que mejora el escurrimiento en momentos de lluvia.

Para darle terminación a la madera, se permitió un período de oxidación, que le sacó el color rojizo al eucalipto, para pasar a un color grisáceo blancuzco. Finalmente, el material recibió tres manos de un acabado natural.

El piso, en su totalidad de machimbre de 1” x 4” ?como toda la casa: piso / techo / muros? fue pulido, dejando la junta abierta y con tres manos de acabado natural. Este solado fue montado en una estructura que sostiene un fenólico de 22 mm, con clavadoras de 2” x 2”, donde se aloja la aislación térmica e hidrófuga. El piso de la galería, si bien es de la misma madera, se diferencia del interior porque se dejó una separación entre tabla y tabla, conformando un deck. Los cerramientos o carpinterías se realizaron en aluminio blanco con doble vidrio y cámara de aire.

De esta manera, el proyecto se concretó en una planta muy clara y lineal: en sus extremos se encuentran, por un lado, el estar comedor, y por el otro, un dormitorio principal; en el medio de estas dos funciones, dos pequeños cuartos con un segundo baño completo. Tanto el dormitorio principal como el estar comedor, tienen vistas panorámicas en sus distintas orientaciones, volcándose principalmente a la galería, “igual que los recuerdos de las vivencias en la infancia del dueño de la Casa Carlos”, señala con inocultable satisfacción profesional el Arq. Abelleyro.

CASA CARLOS: FICHA TÉCNICA

  • – Ubicación: Reta / Partido de Tres Arroyos / Provincia de Buenos Aires
  • – Superficie lote: 1.500 m2
  • – Superficie construida: cubierta: 94 m2 / semicubierta 64 m2
  • – Fecha de finalización: 2023
  • – Autores: Estudio AP22 / Arquitectos Fernando Abelleyro y Ariel Pradelli
  • – Colaboradores:  Arq. Nicolás Urquiza y Rocco Pradelli
- Publicidad -

Notas Relacionadas