Un grupo de inversores liderado por el empresario Marcelo Mindlin concretó a principios de julio la compra del paquete mayoritario de acciones (57,2%) de Fiplasto SA, lo que le permitió quedarse con el control de una de las firmas pioneras en el sector industrial maderero de Argentina.
La compra significó un desembolso de aproximadamente $ 3.300 millones. El próximo paso obliga a los compradores a realizar una oferta pública de adquisición (OPA) por la totalidad de las acciones de Fiplasto (42,8% remanente) que, de acuerdo con la cotización de la compañía en la Bolsa de Valores de Buenos Aires, totalizan otros $ 2.800 millones.
Hasta el momento, Fiplasto era propiedad del grupo FV, también dueño de Ferrum. La firma tiene 70 años de trayectoria en la fabricación de tableros de madera de alta densidad (hardboard) y en la última década había incursionado decididamente en la producción de muebles del segmento RTA para uso doméstico. Además de tres plantas industriales en la provincia de Buenos Aires, tiene más de 2.500 hectáreas de activos forestales que fueron decisivas para concretar la operación.
En el comunicado que anunció la compra, los adquirentes “reafirman su compromiso de invertir en el país con su mirada estratégica a largo plazo, siendo esta su primera inversión en el sector industrial maderero y forestal, recurso estratégico del país para cumplir con su compromiso de carbono-neutralidad en 2050”.
Movimiento verde
Como cabeza del grupo inversor, Mindlin ?dueño de Pampa Energía? se suma a los empresarios del rubro energético que comienzan a sondear el mercado local para hacerse de “activos verdes”. De hecho, a fines de año pasado, la compañía Central Puerto se había hecho de los activos forestales en nuestro país de la chilena Masisa a cambio de US$ 70 millones. Esos activos forestales no habían formado parte de la venta que la firma trasandina hizo de su unidad industrial de tableros y químicos en Entre Ríos a la austríaca Egger.
En este movimiento también hay grupos empresarios de distintos rubros que ven los negocios verdes como muy promisorios para el país. Aquí hay que ubicar a Arcor, que se sumó con Papel Misionero para producir packaging destinado a la comercialización de sus productos, pero que piensa sumarse al negocio de los bonos verdes a partir de esta empresa.
Otro jugador de peso que ya está en el negocio forestal es Biogénesis, del Grupo Sigma, que adquirió los bosques de Shell con el objetivo de incursionar en el desarrollo de ganadería con carbono neutro.
El eucalipto como protagonista
Fiplasto tiene campos propios de eucalipto en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, de los que se provee de la materia prima para la fabricación del Chapadur, el producto final que la firma aplica en revestimientos decorativos y fondos de muebles. Esos bosques propios abastecen un 40% de sus necesidades de materia prima, tanto de eucalipto blanco (mayoritario) como colorado. Desde 2015 la firma venía trabajando para mejorar la tercerización con los proveedores del otro 60% de materia prima y ampliar la cartera de proveedores para evitar limitaciones de logística.
En cuanto a la certificación, Fiplasto llegó a contar con el sello PEFC, fundamentalmente como un requerimiento para, en su momento, exportar al Reino Unido. Caído ese mercado la firma no renovó la membresía, aunque continuó con los lineamientos de la norma en cuanto a la protección de la fauna, la flora y el ambiente humano de sus campos forestales. En particular, sostuvo una cosecha forestal de manera que fuera sustentable en el tiempo.
Como parte de esta estrategia, invirtió en un vivero donde generó genética propia y llegó a vender semillas de eucalipto a Uruguay.
Empresa con destino verde
Como parte de un proceso de reconversión y actualización de sus líneas de producción y negocios, Fiplasto había encarado hacia 2015 una serie de inversiones siguiendo con su adhesión a los mandatos de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE). Así, estructuró un plan que denominó 20/20 y que incluyó varias inversiones para la mejora de sus estándares ambientales.
La planta de Ramallo necesitaba soluciones principalmente en el tratamiento de sus efluentes. El proyecto lo realizaron con una empresa alemana y estuvo plenamente activo en 2018.
Junto con lo anterior iniciaron un proyecto para montar una caldera de biomasa con la intención de aprovechar al máximo la madera como recurso natural, a partir de la generación de desechos de producción (unas 420 t/día) como aserrín, hardboard, recortes, corteza del eucaliptus, etc.
La caldera de biomasa, a su vez, apuntó a suplir una de las calderas que tenía la planta y que quemaba gas natural. La nueva caldera bajó a la mitad el consumo de gas natural, permitiéndole a la empresa una doble contribución a la mitigación de gases de efecto invernadero.
El proyecto implicó una inversión de aproximadamente US$ 4 millones. Le permitió generar 20 toneladas de vapor a partir de la utilización de los residuos de madera de la producción que implicaron bajar un 40% el costo de energía de la planta de Ramallo. Además, incluyó un sistema de control de gases certificados bajo estándares europeos y un patio generador de chips o preparador de biomasa, con silos y tecnología de última generación.
La puesta en marcha de la caldera de biomasa en el año 2017 fue central para la estrategia de reposicionamiento de Fiplasto como empresa innovadora y respetuosa del ambiente.
Infraestructura y producción
Fiplasto SA cuenta con tres complejos industriales:
– 2 plantas en Ramallo, Buenos Aires, una de ellas dedicada a la fabricación de tableros de madera de alta densidad y la otra a muebles RTA (listos para armar).
– 1 planta ubicada en Vedia, Buenos Aires, equipada para la fabricación de diseños más complejos de muebles RTA y muebles terminados, tanto a partir de placas como de maderas macizas.
Su producción abarca una amplia gama para la industria, la construcción y el hogar: chapadur, pizarrones, pisos, placas decorativas, puertas, tableros, tabiques y una gran variedad de muebles RTA para los diferentes ambientes del hogar.
Cuenta con una larga trayectoria exportadora con presencia en Alemania, Belice, Bolivia, Canadá, Chile, China, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Escocia, España, Estados Unidos, Filipinas, Guatemala, Inglaterra, Jamaica, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay.