viernes 25 de abril de 2025

La innovación es decisiva para el aprovechamiento sostenible de los bosques

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Con motivo del Día Mundial de los Bosques (21/3), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación – FAO presenta un informe sobre “El estado de los bosques del mundo”. En su última edición propone un postulado no explorado hasta el momento en sus argumentaciones: “La innovación es fundamental para cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

 

Para la cadena de valor de la madera, este enfoque supone un mayor protagonismo, lo que también conlleva una mayor exposición y riesgo. A cambio, los beneficios podrían exceder las mejores previsiones.

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El informe de la FAO remarca que el aprovechamiento de los bosques por parte de la industria de la madera requiere de una revisión en sus métodos y sus prioridades. Fundamentalmente, se precisa una matriz de negocios que señale el camino para transitar hacia el desarrollo sostenible. En este sentido, el organismo mundial desliza cierta advertencia a la industria al señalar que la eficiencia en el uso de la madera aumentó un 15 % entre 1961 y 2022, en contraposición a otros indicadores con mejor desempeño.

 

Rol de la industria de la madera

“Aunque la deforestación se está ralentizando, los bosques están bajo presión debido a factores de estrés relacionados con el clima y con el aumento de la demanda de productos forestales”, advierte el informe.

De hecho, la producción mundial de madera llegó a cifras sin precedentes: unos 4.000 millones/m3/año. Se estima que en 2022 se extrajeron 2.040 millones/m3 de madera en rollo. Las proyecciones hasta 2050 estiman que podría haber aumentos considerables de la demanda de madera: 49% para la madera en rollo, impulsada principalmente por la demanda de madera en rollo industrial.

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En su informe la FAO destaca que los principales productos derivados de los bosques cuentan con mercados consolidados, aunque la situación está cambiando. Las extracciones mundiales de madera en rollo aumentaron de forma constante entre 1961 y 1990, se mantuvieron relativamente estables durante dos decenios, en torno a los 3.500 millones/m3/año (Figura 2), y volvieron a aumentar a partir de 2010. En 2022 se produjo un 13 % más de madera en rollo que en 1990.

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En los últimos años, las extracciones mundiales de madera en rollo han ascendido a unos 4.000 millones/m3/año, de los que aproximadamente la mitad se han utilizado como combustible, ya sea directamente (como leña) o en la producción de carbón vegetal y pellets. La mayor parte de los 2.000 millones/m³ restantes de madera extraída al año se ha utilizado como materia prima (madera en rollo industrial) para producir madera aserrada, tableros a base de madera y pasta de madera (para papel y cartón)

 

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Las proyecciones indican aumentos considerables de la demanda de madera: entre un 4 % y un 8 % entre 2022 y 2030, en función del escenario. La producción podría aumentar entre un 6 % y un 32 % entre 2022 y 2050. En cuanto al volumen de madera en rollo, el aumento previsto hasta 2050 oscila entre 240 / 1.200 millones/m3.

La FAO ha realizado estimaciones adicionales para incluir los posibles efectos de tres productos forestales de nueva aparición que se consideran los productos madereros más prometedores para la sustitución a gran escala de materiales no renovables:

1) madera en masa/madera laminada cruzada para la construcción.

2) fibras celulósicas artificiales a partir de la disolución de pasta de madera, que se utilizan principalmente en la industria textil.

3) combustible de madera para bioenergía.

 

 

De esta forma, es probable que algunas tendencias, como el cambio hacia la bioeconomía y el desarrollo de nuevos productos, aumenten la demanda de madera en rollo hasta 2050 y posteriormente. También se prevé que aumente la demanda de algunos productos existentes, como el papel de embalaje, la madera aserrada y la madera contrachapada; por el contrario, se registra una disminución de la producción de algunos productos madereros tradicionalmente importantes (por ejemplo, papel de periódico y para imprimir y escribir).

El aumento de la producción de madera también tiene un aliado: la eficiencia. La figura 6 muestra que el volumen de madera en rollo industrial necesario para producir una unidad de volumen de madera aserrada acabada, tableros de madera y papel y cartón disminuyó aproximadamente un 15 % entre 1961 y 2022, y alrededor de un 5,7 % desde 2000; en otras palabras, en 2022 podría producirse un 15 % más de producto acabado que en 1961 para el mismo volumen de madera en rollo.

Si esta tendencia de aumento de la eficiencia se mantiene durante los dos próximos decenios, en 2040 se podrá producir el mismo volumen de producto que hoy en día utilizando 116 millones de m3 menos de madera en rollo industrial.

 

 

Un factor a tener en cuenta para la futura oferta de madera en rollo es la superficie forestal disponible para la producción (tanto plantada como regenerada de forma natural). Algunos estudios estimaron que la superficie de las plantaciones forestales podría aumentar entre 20 – 40 millones/ha. a 2050 como otro medio para satisfacer el aumento de la demanda de madera.

 

La clave de la innovación

Frente al panorama anterior, el informe de la FAO plantea un cambio sustancial: “Se necesita más innovación en el sector forestal para responder al rápido cambio de las condiciones ambientales y las crecientes demandas sobre los bosques”.

Y destaca tres imperativos para impulsar la innovación:

1) el aumento de los factores de estrés, entre ellos el cambio climático, que exigirá nuevos enfoques de gestión de los bosques y las tierras;

2) el cambio hacia una bioeconomía en la que la madera será un insumo fundamental;

3) las oportunidades que ofrece la amplia gama de productos forestales no madereros para, posiblemente, miles de millones de pequeños productores.

 El cambio hacia una bioeconomía con cero emisiones de carbono, en la que la madera será un insumo muy importante, exigirá innovaciones para diversificar los productos y usos y aumentar la eficiencia.

 

La producción mundial de madera llegó a cifras sin precedentes: unos 4.000 millones/m3/año

 

Las oportunidades que ofrece la amplia variedad de productos forestales no maderables (PFNM) en el contexto de la bioeconomía darán lugar a innovaciones destinadas a crear cadenas de valor y mejorarlas. “Dada la diversidad y el aumento de las demandas, se necesitarán nuevas formas de gestionar las compensaciones entre la madera, los PFNM y los servicios ecosistémicos y de maximizar las sinergias entre los beneficios para el desarrollo, la biodiversidad y el clima”, pregona la FAO.

Otro rubro llamado a destacarse es la construcción, donde la madera constituye una opción para el almacenamiento de carbono a largo plazo. Está ganando impulso como material preferido en el entorno edificado, en parte debido a innovaciones tecnológicas como la madera en masa y los revestimientos derivados de la madera, que pueden sustituir productos derivados de combustibles fósiles. La madera modificada térmicamente, furfurilada y acetilada son -señala la FAO- ejemplos de mejoras tecnológicas concebidas para crear productos madereros duraderos en cuyo tratamiento no se utilizan productos químicos tóxicos.

Las pruebas hechas para comprender y gestionar el riesgo de incendio que plantea el uso de madera en masa en los edificios entregan buenos modelos y conocimientos sobre la tasa de carbonización previsible.

Otros campos a destacarse son la biomasa maderera para biorrefinerías; la fabricación de productos textiles con fibras celulósicas de madera (creció 6,3 % anual entre 2000 y 2018); las fibras textiles a base de madera (representaron el 7 % del mercado mundial en 2019); los plásticos a base de celulosa que se fabrican utilizando madera de coníferas como materia prima predominante; el almacenamiento de energía, tema en el que las empresas forestales están aunando fuerzas con los fabricantes de baterías para sustituir materias primas derivadas de combustibles fósiles, como el grafito, por lignina dura carbonizada extraída de la madera; la nanocelulosa fabricada a partir de biomasa, que se utiliza cada vez más en sistemas de energía electroquímica; los denominados productos químicos de plataforma que transforman los polímeros de la madera para diversas aplicaciones, desde productos farmacéuticos hasta revestimientos y adhesivos de origen biológico.

En otro campo, las tecnologías como el análisis multielemental, la espectrometría de masas por relación de isótopos, la espectroscopia de infrarrojos y las nanotecnologías, se utilizan cada vez más para explorar el valor nutricional de los alimentos forestales para una dieta saludable.

Todo lo visto da cuenta de cómo la innovación tecnológica ha introducido cambios considerables en muchas cadenas de valor de la madera industrial, aumentando a menudo su eficiencia. La digitalización es vital para el desarrollo de operaciones automatizadas de recolección de madera, aumentando la productividad de las máquinas y mejorando las condiciones de trabajo de los operadores.

La visión artificial se ha convertido en una tecnología fundamental para la clasificación de la madera y la optimización del rendimiento en los aserraderos. Se utilizan técnicas de escaneado láser y tomografía computarizada en la optimización del despiece de troncos para maximizar la recuperación y obtener madera de mayor calidad.

 Claro que “estas innovaciones se han adoptado de forma desigual, tanto desde el punto de vista geográfico como a lo largo de las cadenas de valor forestales”, resalta el informe. Señala, por ejemplo, que la “cuarta revolución industrial” o Industria 4.0 basada en la conectividad, la analítica avanzada, la automatización y la tecnología de fabricación de avanzada no está muy extendida, aún en los países forestoindustriales líderes, como en la industria de transformación primaria de la madera de Estados Unidos o Suecia.

Lo que resulta innegable para la FAO es que el papel central de la innovación para cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Pero la innovación no surge en el vacío. Entre otros factores, requiere políticas facilitadoras, asociaciones fuertes y transformadoras, inversión, una cultura inclusiva que esté abierta a nuevas ideas y las fomente, y la voluntad de asumir riesgos calculados”, señala.

En esta línea, el informe plantea cinco tipos de innovación que están aumentando el potencial de los bosques y los árboles para hacer frente a los desafíos ambientales y de la demanda de productos de madera:

1) La innovación tecnológica (con tres subtipos: digital, de productos o procesos y biotecnológica). Por ejemplo, el acceso abierto a datos de teledetección y la facilitación del uso de la computación en nube permiten utilizar metodologías digitales que generan datos forestales de alta calidad y mejoran los procesos de gestión forestal.

2) La innovación social, 3) la innovación en materia de políticas y 4) la innovación institucional, como nuevas iniciativas destinadas a conceder mayor participación a minorías y colectivos sociales y apoyar a las cooperativas con miras a aumentar el poder de negociación de los pequeños productores.

5) La innovación financiera, como innovaciones en la financiación de los sectores público y privado para aumentar el valor de los bosques en pie, impulsar las iniciativas de restauración y aumentar el acceso de los pequeños productores a préstamos para una producción sostenible.

Finalmente, la FAO propone cinco medidas facilitadoras para fomentar una innovación responsable e inclusiva que optimice las soluciones basadas en los bosques para los desafíos mundiales:

1) Aumentar la conciencia sobre la importancia de la innovación y crear una cultura que fomente la innovación para lograr un cambio positivo.

2) Impulsar las competencias, capacidades y conocimientos para garantizar que las partes interesadas del sector forestal cuenten con capacidad para gestionar la creación y adopción de innovaciones.

3) Fomentar asociaciones transformadoras para reducir el riesgo de la innovación en el sector forestal, proporcionar oportunidades para la transferencia de conocimientos y tecnología y crear salvaguardias adecuadas.

4) Garantizar más recursos financieros de acceso universal para fomentar las innovaciones en el sector forestal.

5) Proporcionar un marco político que incentive las innovaciones en el sector forestal.

 

>> ACCEDA AL INFORME COMPLETO “EL ESTADO DE LOS BOSQUES DEL MUNDO

 

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