Con la ejecución de $ 529 millones durante 2022 la actual gestión de la Dirección Nacional de Desarrollo Foresto Industrial, cuya titular desde hace ocho meses es Sabina Vetter, agotó los fondos destinados para todo el año, para el pago de los planes para las plantaciones forestales en el marco de la Ley 25080. Inicialmente el presupuesto asignado era de $247 millones y luego se consiguió una partida adicional de $273 millones, a lo que se sumó un remanente de $9 millones del Seguro Verde que había quedado sin ejecutar.
En la primera reunión del año de la Comisión Asesora de la Ley 25080 realizada el 30 de noviembre pasado, en la sede de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, se adelantó que para 2023 se incluyó en el Presupuesto un monto de $590 millones (Ver nota recuadro página 24), al mismo tiempo se consignó la significativa baja que se viene registrando desde 2020 en las hectáreas forestadas bajo el régimen de promoción. En 2020 se presentaron 745 planes por 78.508 hectáreas, en 2021 bajaron a 466 planes por 51.625 hectáreas, y en 2022 solamente 132 planes por 10.852 hectáreas. Y si bien en diciembre se esperan recibir algunas presentaciones más de provincias, la disminución es muy importante. También se analizaron las modificaciones introducidas en la Resolución 22/21 y la actualización de costos de los dos últimos años.
Respecto a la primera entre los principales cambios pueden mencionarse que:
- Clarifica responsabilidades de la provincia, del titular y del profesional.
- Provincia: hasta 20 ha de plantación y 50 ha de actividades silviculturales.
- Profesional obligatorio: desde 20 ha de plantación y 50 ha de actividades silviculturales.
- Pequeños productores (<5ha) pueden presentar planes sin acuerdos específicos.
- Inscripción obligatoria por TAD de Titulares y Profesionales.
- Cambios en los formularios de acuerdo a lo solicitado por provincias.
- Solicitud de beneficios de Estabilidad Fiscal, junto con certificación de obra (con plazo adicional excepcional de un año).
- Avalúo de reservas, planes previos a 2020, nuevo plazo para su solicitud de 2 años.
- Informe anual obligatorio solo en caso de cambios de situación.
- Presentación completa del plan en provincia.
- Pequeños productores RENAF (adelanto) por convenios específicos.
- Aportes adicionales por material mejorado, gestión forestal sostenible y cultivos de cobertura.
- Avalúo de reservas, tres valuaciones previas a la tala rasa.
- Garantías por beneficios fiscales (superficie >500 ha), de acuerdo a autoridades tributarias de cada jurisdicción.
Por su parte, se informó que la variación promedio de los costos de plantación para el bienio 2020/2022 fue del 201%, y que la variación promedio interanual octubre 2021/2022 fue del 91%.
Durante el transcurso de la reunión también se anunciaron las mejoras que se presentarán próximamente en las funcionalidades del sitio web que permiten consultar online el inventario forestal de la DNDFI, que se verá reforzado con la inclusión de un nuevo tablero interactivo de plantaciones forestales con actualización de información sobre especies y clones, como así también, sobre el aprovechamiento que se esté haciendo de los árboles según género, zona y provincias.
En este punto un tema muy importante es que se ha incorporado la posibilidad de obtener información respecto al carbono almacenado en el suelo y las plantaciones, a partir de un estudio especial que se ha realizado. Además se puede acceder al visor cartográfico, en el cual se observa la distribución de las plantaciones forestales, las cortinas, y otros datos.
Las cifras de la industria
El Ing. Luis Olmo -director- presentó el relevamiento industrial del año 2021, agradeciendo al trabajo de los técnicos regionales y la colaboración de las empresas, sin los cuales no se hubiese podido realizar. “El trabajo ha sido arduo porque en estos dos últimos años hemos hecho el relevamiento del 2018 al 2021 inclusive”, dijo Olmo.
Según explicó, “para uso industrial la extracción de rollizos pasó los 17 millones de metros cúbicos, de los cuales casi 13 millones de metros cúbicos han ido a la transformación mecánica, 3.800.000 metros cúbicos a la transformación química, y se han exportado 518.000 metros cúbicos de rollizos, algo menor en volumen y mucho menor todavía en el porcentaje con respecto a los años anteriores”. Entre las variaciones más destacadas citó un notable aumento en el aserrado y en la producción de tableros de madera.
Olmo adelantó que en 2022 se incorporará el tema de la resina. “Conversamos con cinco empresas especializadas que nos han permitido por primera vez una visión de esta industria. Actualmente hay 12.540.000 árboles en producción de resina. Si tomamos que cada árbol da en promedio 4 kg de resina y considerando una densidad de 700 plantas por hectárea, esto nos daría que para esta industria están involucradas 27.915 hectáreas. También estamos terminando de recopilar los datos de extracción de tanino, con lo cual estimo que podríamos tener el cuadro completo de toda la cadena industrial de la madera”.
Por último, Olmo se refirió a la balanza comercial señalando que lamentablemente “la falta de producción nacional de celulosa y papel nos provoca el déficit, que para las proyecciones que realizamos hasta finales de este año (las cifras reales están solo hasta octubre) se prevé como el mayor de los últimos cuatro años, ya que rondaría los 700 millones de dólares”.
Los principales lineamientos de la política foresto industrial
Luego de realizarse una ronda de preguntas y aclaraciones entre los presentes y los que siguieron la reunión en forma virtual, Sabina Vetter convocó a todos los integrantes de la cadena foresto industrial a mirar el futuro y trabajar el sector público y privado en forma conjunta, citando las oportunidades que se abren.
Entre ellas destacó que “Argentina tiene disponibles aproximadamente 3,7 millones de hectáreas, que son forestables, que no estarían compitiendo con la agricultura y con la preservación y los bosques nativos. El aumento de la superficie forestada preservando ecosistemas de alto valor de conservación. La posibilidad de avanzar en la industrialización y en la innovación, generando empleo y desarrollo. El aprovechamiento integral de todos los subproductos industrializándolos para agregarles valor. La elevada productividad que tiene el crecimiento de las especies principalmente en la Mesopotamia en comparación con otros países, alcanzando una rentabilidad interesante en un periodo de 9 a 15 años. La balanza comercial es negativa en producción de papel generando oportunidad de inversiones. El déficit habitacional que tenemos, el sector forestal puede asegurar sus aportes para resolver en parte este déficit habitacional con la construcción de casas con madera. La expansión de la producción de muebles que nos permitiría también dar valor agregado a la madera. También la industria que tenemos en nuestro país tiene una gran capacidad, hoy en su mayoría están con un porcentaje de capacidad ociosa. Y es una gran oportunidad y un camino que todavía tenemos para recorrer. Y la producción de pellets y energía eléctrica a partir de biomasa con el aprovechamiento de los subproductos de la explotación forestal. Los mercados de carbono es algo nuevo que también aparece como oportunidad para nuestro sector. Y principalmente, el sector foresto industrial tiene mucho que aportar para poder cumplir con el compromiso internacional que tiene nuestro país en el acuerdo de París. A partir del año que viene, si bien esto es temático, ya estuvimos trabajando (desde abril), fuertemente en poder avanzar con una evaluación de todos los proyectos forestales que nos han presentado, para la ejecución total del presupuesto, porque parte del presupuesto que no se ejecuta se pierde”.
La Directora Nacional puntualizó los principales ejes temáticos que se manejarán en 2023: los bosques nativos; las plantaciones forestales; la industria de la celulosa y del papel; las biorrefinerías; la industria de la madera y del mueble; la construcción de casa con madera; la bioenergía; el mercado de carbono; y temas de prevención de incendio.
“El desafío que tenemos en adelante es la construcción de una visión común en cuanto a poder proyectar lo que planificamos y los objetivos y establecer nuevas metas. Tenemos que elaborar un diseño con gráfica territorial con las provincias, trabajar en mesas técnicas forestales. Y principalmente, fortalecer y mejorar la comunicación. Los que estamos involucrados en la foresto industria entendemos perfectamente las oportunidades y beneficios que ofrece, pero hay que facilitar mayor información a la comunidad a la opinión pública, sobre el aporte de la forestación para el medio ambiente y las bondades de la madera en sus diferentes usos”, concluyó Sabina Vetter.
En 2023 aspiramos a conseguir $900 millones para financiar la Ley 25080
ASORA Revista entrevistó en exclusiva a Sabina Vetter, directora Nacional de Desarrollo Foresto Industrial.
– ¿Cuál era la situación de la Dirección cuando asumió hace ocho meses?
– Hay que tener en cuenta que este año fue un año de transición, de restructuración en el Ministerio con cambios de autoridades. Un tema importante que resolvimos es haber podido ejecutar todo el presupuesto, que cuando llegamos era la mitad y con el cambio de gestión se pudo elevar al doble ($529 millones), de esos hoy $350 millones están con resolución firmada y el resto está aprobado por la Dirección.
– ¿Cuánto solicitó la Secretaría para el 2023?
– En principio pedimos $900 millones y nos dijeron que formalmente solicitemos $590 millones, pero dejando la posibilidad abierta que después pueda elevarse hasta $900 o $1.000 millones.
– ¿Piensan que contarán con respaldo en Diputados?
– Yo creo que sí. Esto está sujeto a la aprobación del Presupuesto Nacional. Seguramente en enero o febrero se sabrá el monto que se aprobó. Pero, de aprobarse lo que solicitamos, soy optimista porque en 2022 empezamos la gestión con $247 millones y logramos llegar a $530 millones eso le pone una base al financiamiento de la Ley 25080. Si ahora partimos de $590 millones soy optimista de lograr los $900 millones.
– ¿El Gobierno sigue teniendo al sector foresto industrial entre sus prioridades de desarrollo futuro?
– Sí, está incluido. Si bien el sector forestal no se menciona frecuentemente en los medios de comunicación y en las redes sociales, con el Secretario estamos trabajando en comunicar más. Se están analizando temas solicitados por el sector, también en conseguir el presupuesto y rever los derechos de exportación.
– Hay empresas de diferentes segmentos de la cadena maderera que manifiestan que los problemas para importar comienzan a impactar en la producción.
– Esto depende mucho de las reservas del Banco Central y del tema macroeconómico, pero en el Ministerio se está tratando el tema en casos puntuales. Se está viendo establecer algún régimen especial para actividades productivas y la foresto industria está contemplada ahí. Estamos de acuerdo que el sector foresto industrial pueda contar con un régimen especial que le permita aumentar su capacidad productiva.
– ¿Hacia dónde debe evolucionar el sector foresto industrial?
– Las plantaciones forestales hacia la gestión sostenible aumentando la superficie forestal certificada. La industria, haciendo las inversiones para agregar valor a la producción. También en el aprovechamiento de los residuos, de la biomasa para la generación de energía térmica y eléctrica a partir de la producción de pellets o briquetas. Seguir evolucionando en calidad y productos para crecer en la construcción de viviendas con madera.
– ¿Se está trabajando en la aprobación de un régimen especial para la radicación en el país de grandes inversiones?
– Por el momento no. Hoy la única herramienta de promoción con la que contamos en el sector es la Ley 25080, pero lo vamos a encarar como uno de los temas en 2023.
ASORA Revista entrevistó en exclusiva a Sabina Vetter, directora Nacional de Desarrollo Foresto Industrial.